En la primavera pasada,veíamos sobre la pared del jardín, tapizada por una enamorada del muro, como una pareja de pájaros hacía su nido.
Iban y venían toda la tarde, trayendo en su pico, una ramita seca,un hilo,una hojita..
Luego de unos días descubrimos los huevos, celestes con manchas más oscuras, y más tarde vimos los pichones.
En esta etapa los padres se turnaban para alimentar a la cría y casi no los dejaban solos.
En ese momento nos acercábamos a espiar y los pichones abrían sus picos, esperando su alimento y piando fuertemente.
A la semana estaban en el suelo y con sus padres, saltaban de planta en planta, practicando el vuelo.
La naturaleza nos muestra, con gran sabiduría, como es una familia.
Nos conocemos, nos amamos y juntos empezamos a construir un hogar.
De a poco, de a dos, formamos una familia. Llegan los hijos, los criamos, los educamos con amor y dedicación, los ayudamos a crecer y a volar.Ésto es lo que hacemos los padres.
Dar. Y dar es amar.
Y es una tarea elegida sin saber mucho, sin estar muy preparados, pero llena de sorpresas, alegrías y esperanzas. Es un caminar, haciendo camino, como dice Serrat...
Los hijos vuelan....y el nido queda vacío. Pero éste.....es otro tema no?
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