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Son dos signos matemáticos que están en mi vida, relacionados con los amigos. He multiplicado amigos, y multiplicado a través de ellos, buenos momentos, alegrías, charlas y risas. El compartir con "los pares" es muy enriquecedor, porque se comparte lo común, lo que a todos nos puede pasar. He multiplicado la sabiduría, pero no la sabiduría de estudiar mucho o saber mucho, la sabiduría del "saborear", de encontrarle el sabor a las cosas. Y algunas veces me he cuestionado ésto de la queja que tenemos los argentinos, y en ésto de saborear he aprendido a multiplicar los beneficios de las cosas que me pasan. Y me he dado cuenta de que si llueve y no puedo salir, no me voy a deprimir; voy a ordenar papeles, o el placard, leer o ver una película. Si me duele mucho el cuerpo, trato de quedarme tranquila, trato de no asustarme, de cuidarme, de tomar mis remedios y no por eso, me quejo todo el día. Valorar las charlas y los silencios. Los paseos y el descanso.La mañana y la noche. Lo dulce y lo salado
Tambien he multiplicado la mirada hacia los que me rodean y estoy aprendiendo a no juzgarlos, trato de mirarlos desde muchos puntos de vista; como fue su vida, con quien está acompañado, cuánto amor recibió o tal vez no lo recibió. Y desde allí , tener una mirada más generosa, más respetuosa. Tratando de ponerme en su lugar.
Con respecto a la división puedo decir que al tener amigos, he dividido los problemas, los dolores, los pesares entre mis amigos, y parece que cuando uno divide la carga, ésta se hace menos pesada. Y por eso, en algunos momentos duros de la vida, siempre, y gracias a la bendición de Dios, tuve alguna amiga que puso la "oreja", tuve algún matrimonio amigo que nos ha acompañado y ayudado. Entonces ese problema, tiene otra mirada, otro sostén,
otra fortaleza, porque uno no está solo. Se dividen esos malos momentos entre las personas que lo quieren y se hacen más llevaderos. Los buenos momentos compartidos se agigantan, y los malos momentos se achican
De elevar un número a la "enésima" potencia, podría hablar del amor a mis nietos, no tengo límites. No hay límites.
En cuanto a la "raiz"cuadrada, ni recuerdo de qué se trataba! Nunca fuí muy buena en matemáticas!
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