Quería escribir algo inteligente y que sirviera a otra mujer, que tal vez, la vida, no la ha llevado a vivir con plenitud sus objetivos.
Y me pregunto, quién soy yo, para aconsejar a esa mujer?
Solo voy a plasmar mis pensamientos sobre aquel amor frustrado, dolido, sufriente, muerto.
La "otra esposa" a que me refiero no es una amante o desconocida; es aquella que ha roto el lazo del matrimonio.
El" para toda la vida", que formulamos el día del casamiento es un acto de fe.
Fe y esperanza, y si agregamos Amor, tenemos las tres virtudes teologales. Casi nada!
No hay una causa que explique por qué se acaba un amor. Probablemente sean muchas, tal vez de uno de los dos, tal vez de la pareja, tal vez de los problemas que agobian y desalientan.
Pero es muy frecuente escuchar que parejas, aún con muchos años de casados, se separan.
Aquel amor-enamoramiento de los primeros años, se evaporó. Ya no late el corazón acelerado al ver al amado; ya no emocionan las charlas que duraban hasta la madrugada sobre la vida, sobre nosotros; ya no hay sorpresas o ternuras espontáneas, ya no hay proyectos compartidos.
Tal vez la rutina, fue ahogando a la esperanza que había en esta unión.
O fue la indiferencia a los pequeños logros de cada día.
O fué la tibieza que fue ganando terreno en la vida diaria, apagando el amor.
El no hablar , el no escuchar, el desinterés, el desaliento, la vida acelerada y las horas extras en el trabajo; pueden haber atentado contra el contrato firmado para toda la vida.
Y muchas ilusiones se rompen. Y no se puede seguir.
Porque del desaliento se pasa a la tristeza; de la apatía, al abandono; del compartir a la soledad.
Y peor aún, cuando de la falta de amor se pasa a la agresión, de la indiferencia al alcohol, de las amenazas a la golpiza.
Y ésta es la mujer que me preocupa. La que creyó, tuvo fe y esperanza en ese amor y hoy, termina su contrato.
Y si bien el contrato es bilateral, cuando se rompe por alguno de estos temas, a pesar del gusto amargo que nos queda , es un compromiso nuestro, como mujer, esposa y madre, el no violar las cláusulas del mismo.
Es decir, si me han agredido, no tengo que agredir; si me han golpeado, no tengo que golpear; si me han difamado , no tengo que hacerlo yo también.
Hay hijos que me miran, hay familia que me observa, hay una sociedad que crece sana gracias a mi testimonio.
Y si este proyecto terminó, puedo seguir amando, tal vez a la distancia , porque no hay límites en el corazón humano. Con tristeza y dolor, pero no rabia y odio.
Puedo tener Fe, porque creo firmemente en que Dios saca algo bueno de lo malo que nos pasa, y fortalecerá el corazón.
Debe haber esperanza, porque si bien significa " espera", es una espera serena, llena de confianza en la Providencia de Dios.
Y la revancha ,el enojo, la bronca solo dañarán más el corazón lastimado, no permitiéndole ver , un nuevo horizonte, un mañana, un amanecer.
Que el gusto amargo del creer que se ha fracasado, se torne en dulces días de esperanzas renovadas, con los hijos, con los nietos, con los amigos, con la vida.
Qué creen ustedes?
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